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martes 6 de de 2025

Avance Genético en la Lucha Contra el Mercurio

Científicos de Australia han dado un paso decisivo hacia el combate de la contaminación por mercurio, uno de los problemas medioambientales más persistentes, mediante la modificación genética de peces cebra y moscas de la fruta. El mercurio, un elemento que se ha acumulado en masas de agua durante décadas, afecta gravemente a la salud de millones de personas al entrar en la cadena alimentaria.

Kate Tepper y su equipo en la Universidad Macquarie alteraron genéticamente a estos organismos para convertir el metilmercurio bioacumulativo en mercurio elemental menos dañino, que el organismo puede evaporar en forma de gas. El metilmercurio, conocido por su capacidad de concentrarse a medida que asciende por la cadena trófica, afecta no solo a especies acuáticas sino también a aquellos que las consumen, incluyendo aves y humanos.

En su estudio, publicado en Nature Communications, los investigadores afirmaron que los peces cebra modificados genéticamente presentaron un 64% menos de mercurio en sus sistemas, mientras que las moscas de la fruta mostraron una disminución del 83%. Este avance sugiere un potencial revolucionario para utilizar pequeños peces resistentes al mercurio como base auto-purificante, protegiendo a organismos más grandes y, en última instancia, a los humanos.

A pesar de los beneficios evidentes, el camino hacia la bioremediación efectiva tiene sus retos. Robert Mason, un experto que estudia el mercurio en sistemas acuáticos, advierte que el mercurio elemental liberado podría regresar a su forma más tóxica, metilmercurio, en ciertas condiciones atmosféricas. Se sugiere implementar medidas como instalaciones de procesamiento para insectos que puedan capturar y eliminar el mercurio de manera controlada.

Una implementación práctica de la tecnología se plantea en áreas notoriamente contaminadas, como lagos cercanos a explotaciones de minería de oro artesanal en África, Indonesia y la Amazonia. Sin embargo, los investigadores reconocen la necesidad de establecer medidas de seguridad rigurosas para controlar las modificaciones genéticas y entender los impactos ecológicos a largo plazo antes de considerar liberaciones más amplias en la naturaleza.

El camino por delante es largo, pero estos esfuerzos marcan un nuevo enfoque hacia la descontaminación medioambiental, con la promesa de extender esta técnica a otros contaminantes en el futuro, abriendo las puertas a un uso innovador del mundo biológico en la salud medioambiental.