El equipo de investigación ha logrado avances significativos en la creación de un modelo computacional llamado Centaur diseñado para predecir el comportamiento humano. Este modelo ha sido desarrollado mediante la adaptación de un modelo de lenguaje a partir de un amplio conjunto de datos, conocido como “Psych-101”, recopilado de 160 experimentos psicológicos.
Centaur supera a los modelos cognitivos tradicionales al proporcionar predicciones más precisas del comportamiento de los participantes en diferentes paradigmas, tales como “multi-armed bandits”, decisión y memoria, entre otros dominios. El modelo no solo se destaca en estos aspectos, sino que puede generalizar su comprensión a narrativas y estructuras de tareas modificadas o totalmente nuevas.
Una de las innovaciones de Centaur es su habilidad para alinear sus representaciones internas más estrechamente con la actividad cerebral humana, una faceta que ha sido validada a través de análisis con datos de resonancia magnética funcional. Esto sugiere que los modelos de lenguaje a gran escala, como Centaur, pueden ser afinados no solo para predecir datos humanos de comportamiento, sino también para aproximarse a la actividad neural humana.
Además, se han realizado evaluaciones rigurosas para determinar cómo el modelo se desempeña cuando enfrenta problemas estructurales modificados y cómo conserva su robustez en tales entornos. En uno de los experimentos probados, conocido como “Magg’s farm”, Centaur logró capturar el comportamiento humano con una notable precisión incluso bajo cambios de estructura significativos en las tareas.
Centaur no solo proporciona un esquema prometedor para desarrollar teorías cognitivas más completas, sino que también ofrece oportunidades directas para entender mejor la mente humana a través de la simulación de comportamiento en condiciones experimentales.
En conclusión, la introducción de Centaur avanza nuestra comprensión de la cognición humana, no solo en términos de análisis de comportamientos, sino también al explorar cómo estas representaciones pueden llegar a coincidir con la actividad cerebral humana. Esto representa un paso hacia un enfoque unificado en el estudio del comportamiento humano y la cognición, con implicaciones potencialmente transformadoras para el futuro del campo.