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miércoles 30 de de 2025

Comunidades Energéticas Locales: Un Enfoque a Futuro Sostenible

Las Comunidades de Energía Local (LECs) presentan una solución prometedora para reducir emisiones de gases de efecto invernadero y costes energéticos. Un estudio en España muestra que cuatro edificios de oficinas que comparten un sistema fotovoltaico centralizado y un sistema de almacenamiento con baterías de iones de litio lograron reducir sus emisiones en un 6% y sus costes eléctricos en un 20%. Este enfoque no solo apunta a mejorar la seguridad energética al disminuir la vulnerabilidad ante cortes de energía, sino que también promueve la transición energética con participación ciudadana.

En Europa, la generación de energía representa más del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero. El Pacto Verde Europeo ha establecido metas ambiciosas, como la descarbonización total para el 2050, impulsando la eficiencia energética de edificios y el uso de recursos renovables a nivel local. Las LECs son una estrategia clave para lograr estos objetivos, pues fomentan una generación eléctrica comunitaria, descentralizada y basada en energías renovables.

Para que una LEC sea efectiva, es fundamental la electrificación del hogar, como el reemplazo de calderas de gas natural por bombas de calor. Además, estas comunidades energéticas permiten la implementación de programas de respuesta a la demanda y almacenamiento de energía, ofreciendo flexibilidad al sistema energético.

Legalmente, dos tipos de comunidades de energía están reconocidas por la Unión Europea: las Comunidades de Energía Ciudadana (CEC) y las Comunidades de Energía Renovable (REC). Mientras que las CEC pueden emplear fuentes convencionales, las REC se enfocan exclusivamente en fuentes renovables.

En cuanto a la regulación en España, se fomenta la autogeneración colectiva con compensación de excedentes, permitiendo a los participantes recibir compensación financiera. Sin embargo, enfrentar obstáculos regulatorios es un desafío importante. A menudo, los complejos trámites para obtener los permisos necesarios dificultan el financiamiento y acceso a las redes eléctricas.

El estudio también destaca la importancia de un diseño óptimo de las LECs para maximizar beneficios económicos y ambientales. Un análisis de dos enfoques de optimización -basado en coste y basado en emisiones- reveló que, además de las reducciones de costes, es posible obtener una disminución del 6% en las emisiones de CO2, evitando casi 4 toneladas de CO2 equivalentes.

En conclusión, las LECs no solo tienen el potencial de transformar el consumo y generación eléctrica a nivel local, sino que también ofrecen una vía para un uso más equitativo, justo y sostenible de recursos energéticos. No obstante, superando los desafíos normativos se impulsará más eficientemente el avance hacia comunidades energéticas sobresalientes.