La percepción del público respecto a la regulación de la inteligencia artificial (IA) se perfila como un tema emergente de gran relevancia. Una reciente encuesta llevada a cabo en Estados Unidos en 2023 revela que un número significativo de ciudadanos estadounidenses muestra un fuerte deseo de que las instituciones gubernamentales intervengan en la administración de los desarrollos de IA.
El estudio realizado incorporó datos de la 2023 Artificial Intelligence, Morality, and Sentience (AIMS) survey y destacó varios factores que afectan dichas percepciones: la confianza en el gobierno, la confianza en las compañías tecnológicas y la confianza en las tecnologías de IA.
Sorpresivamente, los resultados indicaron que aquellos que confían más en el gobierno son más proclives a apoyar regulaciones más estrictas para tecnologías avanzadas de IA. Por otro lado, quienes confían más en las empresas tecnológicas tienden a manifestarse contrarios a imponer restricciones severas, lo que sugiere una preferencia por la autorregulación del sector privado.
La encuesta también abordó la percepción del riesgo asociado a la inteligencia artificial, revelando que las preocupaciones sobre los riesgos potenciales para la humanidad han impulsado significativamente el deseo del público de frenar el desarrollo o incluso prohibir parte de estas tecnologías avanzadas. Los riesgos percibidos van desde el potencial para la extinción humana hasta los daños individuales causados por las aplicaciones de IA.
En términos demográficos, el estudio reveló que las mujeres, las personas de más edad y aquellos con menor exposición a sistemas de IA fueron más propensos a apoyar tanto el freno al desarrollo de estas tecnologías como la prohibición de ciertos sistemas avanzados.
Estos resultados destacan la necesidad de equilibrar las preocupaciones del público con respecto a los riesgos con la confianza en las instituciones. En definitiva, el estudio sugiere que las políticas de gobernanza de IA requerirán un examen detenido de las opiniones públicas y la confianza tanto en el gobierno como en las entidades desarrolladoras de AI. La necesidad de establecer estrategias regulatorias eficaces se perfila como una prioridad para los legisladores a medida que la tecnología avanza rápidamente y desafía las capacidades tradicionales de regulación institucional.
La implicancia de este estudio enfatiza la necesidad urgente de continuar investigando sobre la percepción pública de la IA y cómo esta puede orientar de manera efectiva las estrategias de regulación y gobernanza en el futuro cercano.