La persistencia de las disparidades raciales en la reincidencia dentro del sistema de justicia penal representa un desafío significativo. Este fenómeno se ve aumentado por el uso de herramientas de evaluación de riesgos algorítmicos, como COMPAS, que en teoría buscan reducir los sesgos humanos en decisiones judiciales. Sin embargo, investigaciones recientes indican que estas herramientas no capturan todos los factores contextuales que afectan los resultados de reincidencia.
El estudio liderado por Jessy Xinyi Han, Kristjan Greenewald y Devavrat Shah del MIT e IBM Research pone de manifiesto la necesidad de repensar las métricas utilizadas para abordar la reincidencia. La investigación resalta la importancia de considerar el tiempo hasta la reincidencia, involucrando factores contextuales no algorítmicos que contribuyen a las disparidades raciales.
Utilizando un enfoque de análisis de supervivencia, se descubrió que las diferencias estadísticamente significativas en las tasas de reincidencia entre grupos raciales solo se hacen evidentes con un seguimiento prolongado. Este resultado sugiere que, si bien en el corto plazo las predicciones algorítmicas pueden parecer justas, con el tiempo, las desigualdades estructurales en vivienda, empleo y apoyo social tienden a exacerbar los riesgos de reincidencia, especialmente para grupos de bajo riesgo.
El análisis empírico usando el dataset de COMPAS revela que las disparidades no son evidentes en periodos de seguimiento a corto plazo, sugiriendo que los factores contextuales no tienen una influencia inmediata en la reincidencia por raza. Sin embargo, para periodos más prolongados, los grupos de bajo riesgo, como los afroamericanos, presentan tasas de reincidencia más altas que sus contrapartes blancas con un puntaje de riesgo similar.
Este descubrimiento invita a implementar políticas integrales que no solo mejoren las herramientas algorítmicas, sino que también aborden las desigualdades estructurales que estas herramientas no pueden mitigar por sí solas. Las políticas exitosas deberán buscar mejorar el acceso a la vivienda, al empleo y a una red de apoyo social sólida para crear oportunidades equitativas de reintegración para todos los ex-incarcelados.
En conclusión, lograr la equidad en los resultados de reincidencia requiere una comprensión profunda de las influencias contextuales que provocan las disparidades raciales. Solo mediante la integración de mejoras algorítmicas con intervenciones políticas que aborden los problemas socioeconómicos podemos aspirar a un sistema de justicia más justo y equitativo.