En un fascinante avance, un reciente estudio astrofísico ha revelado que las “super-Tierras” podrían ser más comunes en nuestra galaxia de lo que se pensaba. La investigación, que se centra en un planetario muy particular hallado orbitando a distancia de Júpiter alrededor de su estrella, sugiere una abundancia mayor de estos cuerpos celestes. Tradicionalmente, las “super-Tierras” se han descubierto en órbitas cercanas a sus estrellas anfitrionas, pero este nuevo planeta se distingue por su ubicación lejana, donde los astrónomos solían encontrar planetas de mayor tamaño, como gigantes gaseosos o helados.
El equipo de investigadores, liderado por Weicheng Zang del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, se valió de la técnica de microlente gravitacional. Este fenómeno óptico se produce cuando un objeto masivo, en este caso el exoplaneta, pasa entre la Tierra y una estrella lejana, amplificando la luz de fondo. El estudio se complementó con el uso de la Red de Telescopios de Microlente de Corea (KMTNet), que observa el cielo desde Australia, Chile y Sudáfrica, permitiendo a los científicos indagar en las características y distribuciones de planetas más allá de nuestra visión convencional.
En concreto, el estudio se centró en el evento microlente denominado OGLE-2016-BLG-0007, identificado en 2016, el cual arrojó hallazgos cruciales sobre la demografía planetaria de la Vía Láctea. La recopilación de datos de este evento y de cientos de miles de estrellas permitió a los científicos concluir que aproximadamente uno de cada tres astros podría tener una “super-Tierra” en una órbita similar a la de Júpiter.
Los resultados no solo sugieren una amplia diversidad planetaria, sino que destacan la manera en que las “super-Tierras” podrían estar distribuidas en lugares previamente insospechados del cosmos, ofreciendo nuevas perlas de sabiduría sobre la formación planetaria. Según Jennifer Yee, coautora del estudio, la abundancia de estos planetas implica que las configuraciones planetarias en la galaxia pueden ser significativamente diferentes a la de nuestro sistema solar.
El estudio, distinguido por ser el más grande de su tipo hasta la fecha, introduce más de tres veces la cantidad de exoplanetas que investigaciones previas, enriqueciendo nuestro conocimiento sobre las variaciones planetarias. No obstante, los autores advierten que todavía hay un vasto camino por recorrer, dado que encontrar eventos microlente con planetas sigue siendo una tarea formidable.