La ciencia ha apuntado un tanto más en su lucha contra peligrosos patógenos. En esta ocasión, el cannabis, conocido por sus propiedades multifacéticas, ha demostrado ser eficaz en el combate contra el fungo C. neoformans, responsable de la meningitis criptocócica. Bajo la dirección de investigadores de la Universidad Macquarie en Australia, se descubrió que dos compuestos de la planta Cannabis sativa, el cannabidiol (CBD) y la cannabidivarina (CBDV), podían erradicar esta amenaza micótica en condiciones de laboratorio.
C. neoformans es un patógeno que, al llegar al sistema nervioso central, desencadena meningitis que puede resultar letal. Enfrentar su resistencia a tratamientos comunes representa un reto significativo. La investigación liderada por Hue Dinh permitió comprobar que tanto el CBD como el CBDV podían destruir a este hongo tocando aspectos críticos como la membrana celular.
Los científicos experimentaron con cinco compuestos extraídos del cannabis aplicados sobre C. neoformans y otros patógenos. Destacó el hecho de que el CBD, carente de efectos psicoactivos, y el CBDV, que sí cuenta con ellos, demostraron tener la capacidad de destruir al hongo con rapidez, superando incluso a algunos tratamientos antifúngicos actuales.
Parte del estudio incluyó un modelo animal con larvas de Galleria mellonella. Estas larvas, infectadas deliberadamente, fueron sometidas a diferentes tratamientos. Entre ellos, el grupo tratado con CBD mostró una tasa de supervivencia mucho mayor que aquellos con otras soluciones, e incluso comparable a las larvas no infectadas.
Este hallazgo lleva a proyectar que la aplicación tópica de cannabidiol podría ser un tratamiento efectivo no solo para el C. neoformans, sino también para afecciones comunes como el pie de atleta o la tiña hinchada. Aunque el tratamiento para infecciones que afectan pulmones y el cerebro sigue siendo complejo, la evidencia despertó optimismo entre los investigadores.
La comunidad científica tiene motivos para celebrar la versatilidad de los compuestos del cannabis, que cada vez más promete soluciones innovadoras para viejos problemas de salud. Sin duda, lo que está en juego va más allá de un simple descubrimiento; se trata de ofrecer nuevas esperanzas para curas más efectivas en el control de enfermedades micóticas. Hue Dinh y su equipo han encendido una luz de esperanza en el ámbito de la medicina con base en esta planta milenaria.