Astrónomos han resuelto parte del enigma respecto a los orígenes de las supernovas de tipo Ic, aquellas explosiones estelares que dan lugar a metales pesados pero que carecen de hidrógeno y helio en su cúmulo expansivo. Hasta ahora, se creía que estas supernovas eran el resultado de masivas estrellas solitarias, pero un equipo liderado por los astrónomos Martín Solar y Michał Michałowski ha descubierto que estas ocurren más frecuentemente en sistemas binarios.
Las supernovas de tipo Ic nacen del colapso nuclear de una estrella masiva al final de su ciclo de vida. Sin embargo, a diferencia de otras supernovas, presentan una ausencia notable de hidrógeno y helio. Las investigaciones sugieren dos posibles explicaciones: las estrellas originarias son sumamente masivas y generan vientos estelares que remueven estos elementos, o bien tienen un compañero binario que los absorbe antes de la explosión.
Utilizando datos del programa PHANGS y nuevas observaciones, los investigadores compararon el gas molecular de sitios de supernovas Ic con el de supernovas tipo II. Sorprendentemente, encontraron que las supernovas de tipo Ic derivan de estrellas menos masivas, similares a las de tipo II, lo que refuerza la teoría del compañero binario.
Las observaciones revelan que el compañero suele sobrevivir a la explosión, aunque es expulsado a gran velocidad al espacio. Esto no solo aclara aspectos del proceso de fusión de metales, incluyendo la producción del carbono, sino que también ofrece nuevas percepciones sobre la evolución y muerte de las estrellas masivas en sistemas binarios.
El estudio aspira a extender su “astroforense” a más supernovas para ampliar nuestro entendimiento de sus precursores. Los resultados de esta investigación ya han sido compartidos en la prestigiosa revista Nature Communications, abriendo el camino a futuras investigaciones sobre la influencia de las galaxias anfitrionas y las propiedades de emisión en la naturaleza de las explosiones estelares.