Una investigación llevada a cabo por el Instituto de Ciencias de Redes de la Universidad del Noreste, en conjunto con otras instituciones académicas, ha puesto de manifiesto un fenómeno importante: el uso estratégico de artículos de noticias legítimas para impulsar narrativas engañosas en redes sociales. Al cuantificar el volumen y el alcance de la desinformación en línea, los investigadores encontraron que, aunque las fuentes no confiables solo representan una pequeña fracción del consumo total de noticias, narrativas potencialmente engañosas pueden proliferar significativamente por medio de artículos de medios principales que son co-compartidos con el contenido denominado “noticias falsas”.
Los datos recogidos de usuarios de Twitter mostraron que piezas de información verificadamente verdaderas son compartidas junto a “noticias falsas” para dar credibilidad a afirmaciones cuestionables. Esto ocurre especialmente cuando narrativas presentes en contenido de desinformación encuentran espacio en artículos de medios fiables, tales como el incidente de un artículo del Washington Post titulado inicialmente como “La mayoría de las muertes por COVID ahora son de personas vacunadas”. Aunque el titular fue factualmente correcto, se prestó a interpretaciones erróneas por parte de usuarios que también compartían contenido antivacunas, debido a las omisiones contextuales que podían inducir a creer en la ineficacia de las vacunas.
Los estudios de caso incluidos en la investigación examinaron la prevalencia de narrativas engañosas en temas como la vacunación y el fraude electoral. Aquí, se encontró que historias legítimas eran frecuentemente malinterpretadas o directamente reutilizadas para alimentar mitos preexistentes. Por ejemplo, reportajes sobre algunos fallos en vacunas pasadas fueron reintroducidos en contextos contemporáneos para argumentar contra la efectividad de las vacunas actuales, desinformando a un público masivo.
La metodología utilizada involucró la anotación automática de narrativas utilizando IA, permitiendo visibilizar las estructuras narrativas dentro de los textos extraídos de fake news y artículos de medios tradicionales. Este enfoque resalta la necesidad de que los medios de comunicación sean conscientes de cómo su contenido puede ser reformulado para apoyar narrativas engañosas, sugiriendo una cuidadosa reflexión en la elaboración de sus titulares y el contexto proporcionado en sus historias.
En conclusión, este trabajo refleja la importancia de adoptar evaluaciones comprehensivas que consideren tanto el contenido de la información como el posible uso que se le puede dar. Esta investigación no solo muestra cómo se puede manipular la información fiable para fines indebidos sino también resalta su alcance e impacto potencial en la percepción pública. El encargo de los medios es claro: actuar con responsabilidad y ajustar la narrativa conforme a los hechos sin proyectar ambigüedades que puedan ser explotadas en perjuicio del público.