Solo noticias

y ya

lunes 5 de de 2025

Dudas y Alternativas: Controversia en el Manejo de Brote de Sarampión en EE.UU.

El último brote de sarampión en Estados Unidos no cede, acumulando 935 casos distribuidos en varias decenas de estados. El punto de origen de este brote fue Texas, y hasta ahora, preocupa especialmente que del total de afectados, un 23% de los 285 niños infectados hayan requerido hospitalización. Lo alarmante es que un 96% de estos casos se presentan en individuos no vacunados o con estado vacunal desconocido.

El secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy, Jr., ha desviado el foco del público hacia tratamientos alternativos al vacunal, pregonando la efectividad de los antibióticos, esteroides inhalados y la vitamina A. Sin embargo, la comunidad médica y científica desmiente estas aseveraciones, destacando que estos tratamientos no erradican el virus. Los esteroides, por ejemplo, que Kennedy alega útiles, pueden empeorar la afección inhibiendo el sistema inmune. Por otro lado, los antibióticos como la claritromicina sólo combaten infecciones bacterianas secundarias, sin afectar el virus del sarampión directamente.

La vitamina A, a pesar de su valor para mitigar deficiencias nutricionales graves en países en desarrollo, no aporta grandes beneficios en la población infantil estadounidense, bien nutrida en su mayoría. Es más, su administración excesiva puede acarrear efectos adversos significativos, tales como daño hepático y acumulación de presión intracraneal.

Ante este paisaje desolador, Kennedy anticipó que instaría a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) a explorar nuevas terapias antivirales para el sarampión. No obstante, especialistas como el Dr. Aniruddha Hazra resaltan la dificultad de tal empresa debido a los recientes recortes de personal y presupuesto en la agencia. Además, subraya la eficacia comprobada de la vacunación, cubriendo un 97% de los casos de infección potenciales.

En conclusión, mientras las autoridades consideran alternativas, la vacunación se mantiene como la estrategia más segura y probada contra el sarampión. Incrementar la tasa de vacunación se perfila como el camino más certero para frenar la expansión del brote y afianzar la salud pública.