Una nueva investigación enfrentó a dos teorías prevalentes acerca del origen de la conciencia, generando aún más preguntas en el campo de la neurociencia. La Teoría del Espacio de Trabajo Neuronal Global (GNWT) y la Teoría de la Información Integrada (IIT) han sido puestas a prueba por el Cogitate Consortium, un grupo de 12 laboratorios neutrales que estudian el cerebro para discernir cuál de las teorías ofrece una explicación más precisa sobre cómo emerge la conciencia.
El estudio contó con la participación de 256 individuos que realizaron tareas visuales mientras sus cerebros eran estudiados con diversos métodos de imagen cerebral. Sin embargo, las predicciones de ninguna de las teorías se reflejaron claramente en los resultados obtenidos, desafiando las expectativas iniciales. La GNWT sugiere que áreas frontales del cerebro deberían activarse cuando surge la conciencia, algo que no se observó. Por otro lado, IIT postula que las redes neuronales deben sincronizarse en la parte posterior del cerebro, un fenómeno también ausente en los datos.
Estas hallazgos desafían ambas teorías y subrayan lo complejo que es estudiar la conciencia desde un enfoque científico. No obstante, los expertos reconocen la importancia de esta investigación para guiar futuros estudios y acercarse a una comprensión más precisa. A pesar de los resultados ambiguos, el debate sigue activo, impulsado por la idea de que debemos seguir cuestionando y replanteándonos nuestras teorías sobre esta intrigante capacidad humana.
Además, el estudio también revela desafíos intelectuales más amplios, como la naturaleza abstracta de la conciencia y su difícil observación externa. Muchos investigadores, como Anil K. Seth y Robert Chis-Ciure, enfatizan que aunque esta investigación no resuelve el enigma de la conciencia, sí establecen un precedente importante en el camino de la comprensión de esta materia.