Solo noticias

y ya

miércoles 4 de de 2025

Ejercicio Regular: Un Pilar en la Prevención del Cáncer de Colon

Investigaciones recientes han demostrado de manera fehaciente la poderosa influencia del ejercicio físico en la lucha contra el cáncer de colon. La publicación en el New England Journal of Medicine reveló los hallazgos del estudio internacional denominado Challenge, presentado en la reunión anual de la American Society of Clinical Oncology en Chicago.

El ensayo del Challenge, que involucró a 889 supervivientes de cáncer de colon de seis países, confirmó que los programas estructurados de ejercicio mejoran notablemente las tasas de supervivencia. Los participantes fueron divididos en dos grupos: mientras unos siguieron un cuidado estándar post-tratamiento, los otros participaron en un programa de tres años de duración, con planes de ejercicio personalizados y un seguimiento continuo por parte de profesionales del fitness.

Los resultados fueron reveladores. Los pacientes del grupo que realizó ejercicio mostraron una reducción del 28% en la reaparición del cáncer y un 37% menos muertes. Además, al cabo de cinco años, el 90% de estos pacientes seguían libres de cáncer, frente al 74% del grupo sin ejercicio. Este estudio no solo establece una correlación entre la actividad física y mejores resultados, sino que muestra una relación causal directa.

Este enfoque educativo y de apoyo jugó un rol crucial en la adherencia a la rutina post-quimioterapia. A pesar de un incremento en lesiones menores -un 19% comparado con el 12% en el grupo de control- los beneficios superan con creces estos pequeños inconvenientes.

No obstante, un estudio separado presentado en el mismo evento planteó dudas sobre los efectos del entrenamiento extremo. Se detectó que los corredores de maratón presentaban más pólipos en el colon, aunque la mayoría eran de bajo riesgo. Este descubrimiento ha generado un debate sobre el impacto del ejercicio de alta intensidad en la salud a largo plazo del colon.

Factores como el aumento temporal de marcadores de inflamación o deshidratación durante carreras prolongadas podrían explicar esta diferencia en pólipos. Sin embargo, es crucial considerar que el riesgo general de cáncer sigue siendo menor en personas activas que en sedentarias.

Además, la investigación corriente se centra en desentrañar cómo el ejercicio afecta procesos biológicos clave relacionados con el cáncer, como la sensibilidad a la insulina y la función inmune.

Para los pacientes oncológicos, esta información es un faro de esperanza. Mientras tanto, para los atletas de resistencia, se sugiere armonizar el ejercicio intensivo con cuidados médicos como colonoscopias regulares. En definitiva, la clave es hallar el equilibrio, ya que el ejercicio planificado y con asesoramiento médico es el camino más seguro hacia una salud duradera, tanto para recuperarse de enfermedades como para alcanzar metas personales.

Estos avances destacan la importancia de un enfoque proactivo y personalizado en el cuidado de la salud. Con cada descubrimiento, la ciencia continúa subrayando la crucial influencia del ejercicio en la prevención y recuperación del cáncer de colon.