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martes 15 de de 2024

El futuro incierto de los segundos intercalados en el tiempo atómico

¿Es aún necesario ajustar la brecha temporal entre los relojes atómicos y la rotación de la Tierra con segundos intercalados? Desde 1972, el mundo ha añadido estos complejos segundos al tiempo atómico para mantenerlo en sintonía con el oscilar del planeta. Sin embargo, el destino de esta práctica está en el aire, ya que la rotación terrestre ha comenzado a acelerar desde la década de 1990, sugiriendo que dentro de poco tiempo podríamos necesitar restar un segundo —una maniobra inédita hasta el momento.

Las comparaciones detalladas de la rotación terrestre muestran cómo el día se ha alargado desde los tiempos en que los dinosaurios vagaban por la Tierra. El ajuste de la correcta sincronización entre el tiempo atómico y la rotación de la Tierra siempre ha representado un desafío técnico. Para el asombro de muchos, la adición de un segundo en 2012 provocó un caos inesperado en Reddit y en los sistemas de Qantas Airways, causando largas demoras en vuelos que todavía retumban en las cabezas de aquellos que los experimentaron.

Globalmente, los ajustes de los segundos intercalados exigen que cientos de miles de sistemas informáticos alrededor del mundo sean actualizados. Sin embargo, el costo de seguir en esta ruta crece, y los expertos advierten sobre los riesgos. Cada día, el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología de EE.UU. responde a más de 100 mil millones de solicitudes de sincronización temporal, destacando la dependencia de una coordinación precisa.

Para complicar las cosas, factores como el deshielo en los polos y su impacto en la forma del planeta introducen un ingrediente adicional en la ecuación de la rotación. En el marco de estudios recientes, el equilibrio de poder entre el deshielo y la velocidad rotacional indica que no requeriremos restar un segundo antes de 2029. No obstante, algunos expertos favorecen una reestructuración del enfoque, sugiriendo ajustes más distanciados o incluso una espera de un siglo para efectuar una corrección significativa.

Incluso se propuso, en una conferencia internacional en 2022, que para 2035 se podrían dejar de hacer estos ajustes complicados de segundos intercalados. Este escenario abriría la puerta a ajustes de mayor magnitud pero más espaciados, posiblemente cada veinte o cien años, brindando tiempo suficiente para una planificación detallada.

Algunos gigantes de Internet, como Google, han optado por implementar sus propios métodos de ajuste, distribuyendo segundos fraccionados a lo largo del día. Este enfoque, aunque funcional, plantea un llamado a la fortaleza de la uniformidad internacional.

En un mundo donde la posición del Sol en el cielo cobra menos importancia práctica para la vasta cadena de redes informáticas, la relevancia de mover el segundo de un lado a otro parece estar bajo escrutinio. Con expertos discutiendo sobre su pertinencia, el futuro de los segundos intercalados parece más incierto que nunca. La discusión abierta sobre la protección o eliminación de estos segundos es más que una cuestión de precisión temporal: representa un debate sobre la esencia misma de cómo medimos el tiempo y su relevancia en nuestra era digital.