En un mundo donde la inteligencia artificial (IA) se está convirtiendo en un actor fundamental, un estudio reciente realizado por la Universidad de Cornell explora cómo el co-escribir con IA puede alterar nuestra percepción de autoridad y agencia personal. A través de una investigación empírica con 462 participantes, se halló que el estado laboral es un factor determinante en la relación de los usuarios con las sugerencias de la IA y su percepción del control personal.
En general, los participantes empleados mostraron una mayor dependencia de las sugerencias proporcionadas por la IA, lo que reforzó su sentido interno de control. Por el contrario, aquellos que se encontraban sin empleo tendieron a sufrir una disminución en su agencia personal, mostrando una percepción externa de los acontecimientos que afectan su vida profesional. Más allá de las líneas de código, queda claro que la IA también está reescribiendo, en cierta medida, las líneas maestras de nuestras identidades.
Al indagar en la interacción entre las distintas condiciones del estudio, aquellos que trabajaban con una IA que enfatizaba el control interno lograron experimentar un leve incremento en su sentido de control personal, frente a un decrecimiento en aquellos que interactuaban con una IA que promovía una percepción de control externa. Esto revela que, dependiendo del enfoque del modelo de IA, los usuarios pueden experimentar variaciones significativas en su percepción del poder personal.
Para aquellos escribiendo sin ayuda, el tiempo de redacción fue mayor, destacando la eficiencia que puede aportar la IA. Un diseño como el de LinkedIn y Indeed muestra cómo estas plataformas no solo median representaciones profesionales, sino que en algunos casos complejizan la autopercepción y el sentido de propiedad sobre dichas narrativas.
Interesantemente, en contextos donde la IA provee sugerencias automáticas, los participantes empleados resaltaron estrategias efectivas al seleccionar, modificar e integrar las recomendaciones de la IA, lo que fortaleció su confianza narrativa. Esto enmarca el potencial de la IA no solo como herramienta de productividad, sino como vehículo de narrativas reforzadas de uno mismo.
Dada la disparidad observada en los participantes desempleados, es fundamental realzar estas desigualdades cuando se diseña para la inclusión. Con conclusiones serias sobre la influencia de las herramientas de escritura IA, el estudio pone la mesa para conversaciones más amplias sobre cómo éstas pueden ser optimizadas para respaldar a todos los usuarios, independientemente de su situación laboral, estimulando un sentido más enraizado de control y autonomía.
En conclusión, mientras la IA facilita ciertos procesos, también inicia una reflexión sobre cómo los avances tecnológicos no solo están moldeando nuestras capacidades profesionales, sino también alterando el sentido de ‘quiénes somos’. Las herramientas que creamos llevan el potencial de transformar no solo conductas y habilidades, sino también el núcleo de nuestra identidad personal y profesional.