En un mundo donde la inteligencia artificial (IA) sigue asombrando con sus avances, un nuevo estudio examina la convergencia emocional entre imágenes generadas por IA y las respuestas emocionales humanas. En un experimento innovador liderado por investigadores de la Universidad Adolfo Ibañez en Chile y la Universidad de Córdoba en España, se generaron 20 paisajes artísticos mediante la herramienta StyleGAN2-ADA. Cada imagen, orientada a evocar dos emociones positivas (contento y diversión) y dos negativas (miedo y tristeza), culminó en un conjunto de 80 imágenes que fueron evaluadas por 61 participantes.
El estudio indagó en la alineación emocional entre humanos y la IA usando un cuestionario online donde los participantes categorizaron cada imagen generada. Los resultados revelaron un nivel de acuerdo generalmente bueno entre las emociones generadas por la IA y las respuestas humanas, destacando mejores resultados en las emociones negativas.
Para determinar la consistencia en las respuestas de los observadores, se aplicaron diversos análisis estadísticos. A través del coeficiente Alpha de Krippendorff, se constató una concordancia moderada cuando las emociones fueron categorizadas en positivas y negativas. Sin embargo, el verdadero desafío radicó en la variedad de respuestas a las categorías individuales de las emociones. Las imágenes que expresaban miedo lograron una notable precisión en las clasificaciones, mientras que las que debían evocar contento resultaron ser las más difíciles de identificar.
El análisis también usó el índice de Jaccard para evaluar la coincidencia con las emociones generadas por la IA, observando que la mejor intersección de respuestas se dio con emociones binarizadas, lo que refleja un encuentro más claro entre las emociones generadas y las percibidas.
En términos generales, el estudio concluyó que los modelos de IA están mejorando en replicar las emociones humanas, aunque persisten desafíos, especialmente en la identificación de emociones positivas. La investigación ofrece un cimiento crucial para futuras exploraciones en el campo de la evaluación emocional asistida por inteligencia artificial.
A futuro, se recomienda expandir el espectro cultural de los participantes y diversificar las imágenes usadas para obtener una comprensión más amplia y aplicativa de las emociones humanas en respuesta a IA. Como conclusión, mientras que la inteligencia artificial avanza rápidamente, la comprensión completa de las emociones humanas continúa siendo un reto vibrante y esencial para los desarrollos tecnológicos.