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jueves 1 de de 2025

Intersección entre Arte Egipcio y la Vía Láctea

El misterioso vinculo entre el arte funerario del antiguo Egipto y el cosmos ha cobrado un renovado interés a raíz de un estudio realizado por el astrofísico Or Graur, de la Universidad de Portsmouth, Reino Unido. En su análisis de antiguos sarcófagos, Graur ha identificado representaciones de la diosa del cielo, Nut, adornadas con lo que parece ser el plano de la Vía Láctea, mostrando un sorprendente grado de detalle. Estas interpretaciones visuales en los lados de las elaboradas urnas mortuorias podrían contener representaciones estilizadas del camino galáctico salpicado de polvo oscuro, que se extiende a través del firmamento nocturno con sus ríos de estrellas.

En abril de 2024, Graur publicó un artículo en el que proponía que los antiguos egipcios podrían haber concebido el plano de la Vía Láctea como una manifestación de Nut. Su investigación reciente reitera su hipótesis; al estudiar el arte disponible, determinó la frecuente aparición de la diosa en el arte funerario. En la tapa del sarcófago de Nesitaudjatakhet, una cantante devota de Mut y Amun-Re que vivió en el siglo XI a.C., aparece una representación de Nut decorada con una línea ondulante y gruesa a lo largo de su cuerpo, flanqueada por estrellas. Esta línea podría simbolizar el Gran Valle –una banda oscura de polvo que parece dividir la brillante franja de luz difusa de la Vía Láctea–.

No es la única ocasión en que Graur ha encontrado este rasgo distintivo. Sin embargo, tales ilustraciones son raras; identificó solo cuatro casos más en los que el cuerpo de Nut estaba acompañado por una línea sinuosa, ninguna de las cuales apareció en un sarcófago. En los sepulcros de los faraones Ramsés IV, VI y IX, Nut está ilustrada dos veces, representando el día y la noche, separadas por una línea retorcida.

Graur concluye que aunque hay una conexión entre Nut y la Vía Láctea, las dos no son idénticas. “Nut no es una representación de la Vía Láctea. Más bien, es una de las muchas manifestaciones celestiales que pueden adornar su figura como símbolo del cielo”, explica. Este hallazgo subraya la compleja interacción entre la espiritualidad egipcia antigua y sus avances científicos, además de destacar el valor de la investigación interdisciplinaria.

Finalmente, Graur enfatiza la necesidad de mantener al alcance del público estos valiosos recursos, instando a los museos a digitalizar y facilitar el acceso libre a sus catálogos a través de plataformas en línea. Este acceso no solo enriquece el conocimiento histórico, sino que también abre nuevas vías de investigación con perspectivas frescas. Su trabajo ya ha sido publicado en la Revista de Historia Astronómica y Patrimonio, sentando un nuevo precedente en el estudio de la conexión entre el arte antiguo y el cosmos.