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lunes 5 de de 2025

Kosmos 482: El retorno de la sonda soviética a la Tierra

Después de más de cinco décadas orbitando la Tierra, la sonda espacial soviética, conocida como Kosmos 482, se prepara para un inesperado retorno a nuestro planeta. Lanzada el 31 de marzo de 1972 con el objetivo de llegar a Venus, un desafortunado fallo en el lanzamiento impidió que adquiriera la velocidad necesaria para escapar de la gravedad terrestre. A lo largo de los años, su amplia órbita se ha acortado notablemente, disminuyendo hasta acercarse a apenas 350 kilómetros de la superficie de la Tierra.

Se estima que el 10 de mayo la Kosmos 482 acabará su largo viaje espacial, cuando la atmósfera terrestre, incapaz de quemar una estructura tan robusta, permita que llegue intacta al suelo. La posibilidad de que su impacto cause daños es escasa, según menciona Jonathan McDowell del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, porque la mayoría del globo está cubierto por agua o áreas despobladas. Sin embargo, el impacto podría compararse con el de un automóvil cayendo a gran velocidad, lo que ha generado cierta preocupación.

Kosmos 482, diseñada para resistir las extremas condiciones de Venus, probablemente sobreviva al descenso, lo que contrasta con otros desechos espaciales, que tienden a desintegrarse al reingresar. Prueba de fenómenos similares fue el hallazgo de restos de naves, como las pertenecientes al proyecto Starlink de SpaceX, en lugares tan distantes como Canadá, Australia y Brasil, incrementando la alarma sobre la proliferación de basura espacial.

El caso presenta un llamado de advertencia: a medida que la cantidad de satélites y objetos en órbita continúe aumentando, episodios como éste podrían volverse más frecuentes. Aunque el riesgo directo para los individuos es bajo, la probabilidad de que un fragmento inofensivo se convierta en un serio peligro sigue latente. Cabe resaltar que en ocasiones previas ya han aterrizado fragmentos de cohetes cerca de áreas habitadas,

Con iniciativas actuales tales como las de SpaceX para mejorar la reentrada controlada de sus cohetes, se busca mitigar el peligro potencial de estos eventos. No obstante, la comunidad científica insta a tomar medidas adicionales para prevenir una acumulación excesiva de escombros orbitales, cuestión que podría tener repercusiones más severas en el futuro.

La historia de Kosmos 482, emblema de los esfuerzos soviéticos del siglo XX hacia la exploración espacial, nos recuerda la importancia de responsabilizarnos por los artefactos que enviamos al espacio y la necesidad de gestionar adecuadamente el pasado, presente y futuro de la chatarra cósmica.