La inteligencia artificial continúa empujando los límites del arte al haber detectado un detalle inusual en la famosa obra ‘Madonna della Rosa’, tradicionalmente atribuida a Raphael. Los investigadores del Reino Unido y Estados Unidos han desarrollado un algoritmo específico que examina obras de arte con un alto nivel de detalle, desentramando lo que a simple vista puede pasar desapercibido. Aunque se pensaba que esta pintura era completamente suya, un análisis detallado del rostro de San José ha revelado que probablemente no fue pintado por el famoso maestro italiano. En cambio, pudo haber sido obra de uno de sus discípulos, como Giulio Romano.
La técnica empleada utiliza un método basado en aprendizaje profundo y análisis de características que compara la obra con otras auténticamente atribuidas a Raphael. Mediante este proceso, el sistema de IA pudo reconocer variaciones en los trazos del pincel, el uso del color y el sombreado, elementos que definen el estilo del artista.
Los investigadores se basaron en un modelo previamente desarrollado por Microsoft llamado ResNet50, complementado con una técnica de aprendizaje llamada Máquina de Vectores de Soporte. Este enfoque ha demostrado un impresionante 98% de precisión en la identificación de obras de arte de Raphael, incluso cuando se centra en partes específicas de una pintura, como lo es el rostro en cuestión.
Aunque la Madonna, el Niño y San Juan parecen ser obra de Raphael, este no es el caso para San José. En debates anteriores, el rostro de San José había suscitado ciertas dudas por su diferencia estilística con el resto del cuadro. Ahora, la tecnología ha arrojado luz sobre estas discrepancias.
El uso de IA en estas investigaciones no busca desplazar a los expertos en arte, sino colaborar con ellos proporcionando una herramienta adicional para el análisis de piezas antiguas. Aunque el misterio del rostro de San José pueda no estar completamente resuelto, este estudio refuerza las capacidades de la inteligencia artificial en el campo del arte y su potencial para redefinir lo que conocemos sobre obras maestras clásicas que, durante siglos, han reinado sin cuestionamientos hasta la llegada de nuevas tecnologías.
En el futuro, estas técnicas de análisis podrían revolucionar la autenticación de obras, ofreciendo nuevas perspectivas en el mundo del arte. Sin embargo, más que sustituir la sabiduría humana, parece que el arte y la ciencia ahora caminan juntos en la continua búsqueda del conocimiento.