Durante las noches del 5 al 6 de mayo, el hemisferio sur del planeta será testigo de uno de los espectáculos astronómicos más esperados del año: la lluvia de meteoros Eta Acuáridas. Este evento anual, conocido por su esplendor, es un resultado del paso de la Tierra a través de una nube de polvo cósmico, dejada por el famoso Cometa Halley.

La historia de estos destellos de luz se remonta a la interacción entre nuestra atmósfera y las pequeñas partículas de cometa, que al entrar en contacto con el aire generan un rastro brillante visible desde la Tierra. La constelación de Acuario será el punto de origen aparente de estas estrellas fugaces, ofreciendo al cielo del sur una visual impresionante con tasas de hasta 50 o 60 meteoros por hora. Aunque en el hemisferio norte la visibilidad será menor, los aficionados a la astronomía podrán disfrutar de hasta 30 meteoros por hora durante los instantes previos al amanecer.

Pese a que la Luna alcanzará un 64 % de plenitud durante el pico de esta lluvia, no se espera que interfiera significativamente con la observación. Para fortuna de los apasionados del cielo nocturno, el satélite natural de la Tierra se ocultará antes de que Acuario tome protagonismo en el firmamento, proporcionando condiciones óptimas para deleitarse con el destello efímero de estas partículas.

Si alguno no logra presenciar este fenómeno en su máximo esplendor, todavía tendrá oportunidad de seguir la actividad durante la semana, puesto que los meteoros continuarán surcando los cielos hasta finales de mayo, aunque con menor intensidad.

En conclusión, la lluvia de meteoros Eta Acuáridas no solo renueva nuestra fascinación por el cosmos, sino que nos recuerda la conexión constante entre la Tierra y los cuerpos celestes a lo largo de su órbita solar. Un espectáculo imperdible para quienes desean maravillarse con las maravillas del universo.