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viernes 2 de de 2025

La sangre de Tim Friede podría revolucionar los antídotos contra veneno de serpientes

Tim Friede es un hombre singular, no sólo por su peligroso interés en los venenos sino por los resultados que ha cosechado gracias a él. Durante 18 años, Friede se ha inyectado veneno de serpiente deliberadamente en 856 oportunidades, desafiando los límites del cuerpo humano con cada autoinoculación.

Este arriesgado experimento personal lo llevó al borde de la muerte más de una vez, especialmente con el veneno de una cobra, que lo hizo “básicamente” morir durante unos segundos. No obstante, su peculiar inmunización fue objeto de interés para Jacob Glanville, inmunólogo y director general de Centivax, una empresa biotecnológica.

Los resultados son asombrosos: utilizando los anticuerpos hiperactivos de Friede, Glanville y su equipo desarrollaron un antídoto capaz de proteger ratones del veneno de 19 especies diferentes de serpientes, todas ellas consideradas de las más letales por la Organización Mundial de la Salud.

La innovación reside en el hecho de que, a diferencia de los sueros convencionales, que se obtienen del plasma de animales inmunizados contra un solo tipo de veneno, este antídoto tiene la capacidad potencial de proteger contra múltiples especies, sin el riesgo añadido de reacciones adversas asociadas a anticuerpos no humanos.

El antídoto se compone de dos tipos específicos de anticuerpos extraídos de Friede: el LNX-D09, efectivo contra seis especies, y el SNX-B03, que ofrece protección parcial contra otras. Además, combinado con un medicamento llamado varespladib, demuestra un espectro de protección aún más amplio.

Mientras los científicos buscan refinar y ampliar el espectro de eficacia de este antídoto a familias venenosas no directamente abordadas, como los viperidae, las pruebas clínicas son fundamentales antes de que sea una realidad para seres humanos.

Por ahora, los planes incluyen realizar pruebas de campo con perros en clínicas veterinarias en Australia para avanzar en su validación.

Este innovador trabajo empuja los límites en la lucha contra el veneno de serpiente y, si todo marcha bien, podríamos estar ante la posibilidad de un antídoto universal. Lo que un día fue una afición peligrosa, podría traducirse en la salvación de millones de vidas en el futuro.