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martes 3 de de 2025

Proteger a los Niños en la Era de la Desinformación Digital

La creciente utilización de herramientas de inteligencia artificial (IA) en la vida diaria de los niños ha generado un incremento alarmante de desinformación a la que estos están expuestos. El impacto es notable, considerando que los niños, incluso con un uso limitado de sus dispositivos, tienen contacto con información errónea gracias a plataformas como YouTube, que distribuyen videos generados por IA con afirmaciones cuestionables. Este fenómeno se ve exacerbado debido a que la cantidad de contenido problemático supera la capacidad de los moderadores para controlarlo.

Uno de los principales actores en este problema son los chatbots y otras aplicaciones de IA, tales como ChatGPT, Microsoft Copilot y Google Gemini, que, a pesar de ser sofisticados, aún cometen errores y suelen presentar información incorrecta de manera autoritaria y confiada. Esto representa un riesgo significativo para los niños, quienes son propensos a confiar en contenidos que se expresan de manera conversacional y segura, aunque carezcan de veracidad.

Este mes, la plataforma Gemini se ha convertido en pionera al permitir el acceso de niños menores de 13 años, situación que ha incrementado la preocupación de padres y educadores. Se destaca que los niños son nativos digitales y a menudo están más familiarizados con estas tecnologías que sus propios padres. Frecuentemente recurren a estas herramientas para obtener respuestas a preguntas que quizás prefieren no hacer a sus padres. En este contexto, resulta crucial el apoyo de los adultos para enseñar a los niños a distinguir la realidad de la ficción en línea.

Investigaciones sugieren que los niños desarrollan habilidades básicas de verificación de hechos desde una edad temprana, siempre que se les brinde un entorno apropiado para ello. Es vital que padres y docentes fomenten la curiosidad natural de los menores, acompañándolos en el proceso de búsqueda de la verdad y ayudándolos a evaluar las fuentes de información online.

Además, se insta a integrar las charlas sobre desinformación con cuestiones cotidianas, como los anuncios publicitarios que los niños encuentran al consumir contenido online, discutiendo sus motivaciones y diferenciando entre contenido persuasivo e imparcial.

En síntesis, la presencia infantil en el mundo digital es un hecho irreversible. No obstante, es responsabilidad de los adultos velar por una interacción segura con las plataformas digitales, guiando a los niños hacia hábitos de consumo digital más críticos e intencionados. Con una adecuada orientación, los menores pueden aprender a surfear en el mundo en línea, evitando ahogarse entre olas de desinformación.