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lunes 5 de de 2025

¿Puede el cuidado dental influir en la salud de tu corazón?

Un creciente número de investigaciones está arrojando luz sobre una sorprendente relación: la higiene oral deficiente podría estar afectando no solo la salud bucal, sino también la cardiovascular. Estudios han demostrado que una higiene dental inadecuada puede desencadenar enfermedades periodontales, aumentando el riesgo de infecciones que, eventualmente, pueden entrar al torrente sanguíneo.

Cuando bacterias bucales encuentran su camino hacia el corazón a través de la corriente sanguínea, pueden unirse al endotelio, perturbando la barrera vascular. Esto facilita la propagación de infecciones en órganos vitales y, en casos severos, podría llevar incluso al fallo orgánico. La periodontitis, una forma grave de enfermedad de las encías, aparece como culpable eminente, resultado de la acumulación prolongada de placa y una pobre higiene dental.

Paralelamente, se reconoce que el proceso inflamatorio sistémico, que puede derivar de una mala salud dental, es un contribuyente significativo a enfermedades del corazón. Los niveles elevados de marcadores inflamatorios, como la proteína C reactiva y las citocinas, pueden dañar el revestimiento de los vasos sanguíneos, conduciendo al desarrollo de aterosclerosis, que incrementa el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

La relación entre las enfermedades de las encías y la salud cardíaca es tan robusta que, incluso después de considerar factores de riesgo como fumar, las dietas poco saludables y la diabetes, las correlaciones siguen siendo firmes. De hecho, personas con periodontitis tienen hasta el doble de riesgo de desarrollar enfermedad coronaria comparadas con aquellas con encías saludables.

La comunidad médica, consciente de estas correlaciones, ha comenzado a integrar los exámenes bucales como parte de un enfoque preventivo más amplio. Dentistas están siendo instruidos para considerar factores de riesgo cardiovasculares en sus chequeos y cardiólogos están empezando a indagar acerca de la salud oral de sus pacientes. La cooperación entre especialidades promete mejorar los resultados generales y la detección temprana de problemas sistémicos.

Aunque no se debe considerar la higiene oral como la panacea para todos los problemas cardíacos, mantener una buena salud bucal emerge como un método sencillo y efectivo para prevenir implicaciones de salud más graves. Al fin y al cabo, una boca sana podría ser un indicativo de un corazón sano, abogando por una visión integral de nuestro bienestar.