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martes 15 de de 2024

Robin Wall Kimmerer Transforma la Idea de Economía con Reciprocidad

Robin Wall Kimmerer es una voz esencial en el resurgimiento de valores ancestrales que conectan la ecología y la economía, dos campos frecuentemente divorciados en el pensamiento moderno. En su libro “The Serviceberry: Abundance and Reciprocity in the Natural World”, nos invita a reconsiderar la dinámica entre el ser humano y el entorno natural desde una perspectiva de “economía del regalo”. Este enfoque, basado en sabiduría indígena, sugiere un cambio de mentalidad: en lugar de ver a los recursos naturales como meras mercancías, debemos reconocerlos como regalos que fomentan una relación recíproca con la Tierra. Este planteamiento cobra vida a través de la narrativa lírica de Kimmerer, quien traduciendo su experiencia de recolección de serviceberries, destaca cómo estas prácticas ancestrales invitan a comportamientos de reciprocidad y comunidad.

A través del ejemplo del “Honorable Harvest” y su reflexión, Kimmerer desmonta las bases de una economía consumista que prioriza la escasez y el egoísmo por sobre la colaboración. Ella rememora cómo muchos pueblos indígenas reconocían el valor comunitario de la naturaleza al darle un significado de “suficiencia extraída”, que puede sonar utópico en una época donde el crecimiento económico es abordado como una constante. En esencia, ella cuestiona una realidad donde la mayoría de nosotros todavía estamos atrapados en ciudades densamente pobladas, alejados de la fuente de sustento y de las interacciones vecinales que este modelo anterior de vida permitía.

A lo largo del libro, la letimotiv parece ser claro: la urgencia de reinventar nuestra relación con la Tierra para sobrevivir y prosperar como sociedad. Mediante una interpretación sobre el concepto de “sucesión ecológica”, Kimmerer sugiere que el cambio es natural y que, a pesar del voraz modelo capitalista, estamos en posición de fomentar las condiciones necesarias para dicha transformación. Las ideas, al igual que la vida, pueden dormirse, pero también resurgen y nos desafían a reimaginar sistemas donde la reciprocidad no sólo sea posible, sino deseable.

En definitiva, el libro no es sólo un manifiesto. Es un llamado a la acción donde Kimmerer, a través de su estilo accesible y emotivo, reta recurrentemente la normatividad de una economía que nos ha separado de nuestros valores más esenciales. “The Serviceberry” marca un camino hacia una posible alineación entre lo económico y lo ecológico sin reducir las aspiraciones humanas, sino reencondicionarlas hacia una idea de ‘abundancia compartida’. Su mensaje resuena no sólo como una revolución intelectual, sino como una evolución necesaria que más que idealista resulta francamente pertinente.