En un nuevo capítulo de las tensiones comerciales, China ha decidido imponer medidas provisionales contra la importación de brandy europeo, anunció el Ministerio de Comercio de China este martes. Esta medida es una represalia tras la reciente decisión de los países de la UE de imponer aranceles a los vehículos eléctricos chinos. Esta decisión de China representa un cambio de rumbo respecto a su postura inicial en agosto, cuando habían decidido temporalmente no aplicar estas medidas mientras mantenían negociaciones con Bruselas sobre la disputa de los vehículos eléctricos.
A partir del viernes 11 de octubre, los importadores de brandy europeo en China deberán presentar un depósito de seguridad correspondiente en las aduanas chinas, agregó el ministerio en su comunicado. Aunque todos los brandies europeos están afectados, el enfoque principal está en las marcas de cognac francés, dado que Francia fue vista como la principal defensora de la investigación de la Comisión Europea sobre los vehículos eléctricos chinos y votó a favor de los aranceles.
Esta decisión ha provocado alarma en otros sectores agrícolas europeos, como los del lácteo y porcino, ante el temor de medidas similares. De los países de la UE, entre los que votaron a favor de los aranceles estaban los Países Bajos, Italia y Polonia, elevando el riesgo de represalias chinas.
Mientras tanto, Alemania y Hungría fueron parte de los cinco países que votaron en contra de los aranceles. La industria del brandy ha expresado repetidamente su preocupación por convertirse en un peón en las tensiones geopolíticas entre Beijing y Bruselas.
En última instancia, estos movimientos destacan las complejidades y retos de las relaciones comerciales internacionales. El sector del brandy europeo ahora se enfrenta a un futuro incierto en uno de sus mercados clave, lo que subraya una vez más la importancia de la diplomacia económica en un mundo cada vez más interconectado.