El compromiso de Francia para proporcionar ayuda militar a Ucrania este año no alcanzará la marca prometida de €3 mil millones. A pesar de las expectativas iniciales, el ministro de las Fuerzas Armadas, Sébastien Lecornu, informó al Parlamento que la ayuda sobrepasará los €2 mil millones pero sin llegar a la cifra esperada. Inicialmente, esta promesa fue anunciada por el presidente Emmanuel Macron como parte de un esfuerzo para aumentar el apoyo militar a Ucrania, especialmente en comparación con otros países europeos.
En un contexto de presiones económicas, Francia se ha visto obligada a moderar su gasto, enfrentándose a un déficit que podría alcanzar el 6% del PIB en 2024. No solo Francia está realizando ajustes; Alemania también planea reducir a la mitad su ayuda militar a Ucrania el próximo año. Además, existen preocupaciones acerca del posible recorte en el apoyo de Estados Unidos si Donald Trump regresa al poder. A pesar de los tropiezos financieros, Macron ha reafirmado su respaldo a Ucrania, recientemente recibiendo al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, en París para discutir un plan de “victoria”.
El compromiso de enviar cazas Mirage 2000 para principios de 2025 y la formación de una brigada ucraniana en suelo francés resaltan la continuidad del apoyo de París a Ucrania. En 2022, Francia proporcionó €1.7 mil millones en ayuda militar a Kyiv, aumentando esta cifra a €2.1 mil millones en 2023.
Un aspecto crucial del financiamiento está en el uso de intereses generados por activos rusos congelados, que destinará €300 millones para la adquisición de municiones y otros suministros. Asimismo, se prevé una inyección entre €400 y €600 millones aprovechando los menores índices de inflación, destinados a la renovación de misiles SCALP y Aster para Ucrania.
A nivel europeo, los esfuerzos de apoyo a Ucrania no son homogéneos. Mientras que países nórdicos y bálticos incrementan su ayuda, el ministro de Lituania, Gabrielius Landsbergis, ha instado a otras naciones a intensificar su apoyo, advirtiendo sobre el peligro de “fatiga de guerra”.
En resumen, a pesar de las limitaciones presupuestarias, Francia sigue comprometida con su apoyo militar a Ucrania, buscando equilibrar sus promesas con las realidades económicas y geopolíticas.