En el agitado escenario político estadounidense de cara a las elecciones de 2024, un punto de inflexión significativo se produjo cuando Joe Biden decidió retirarse de la carrera presidencial el 21 de julio. A raíz de su retirada, Kamala Harris asumió el rol de candidata demócrata, alterando sustancialmente las dinámicas de las conversaciones en línea. La plataforma TikTok, con su vasta base de usuarios, fue el epicentro de la discusión pública, con millones de videos publicados mencionando a los candidatos presidenciales, Donald Trump y, antes de la retirada, Joe Biden, luego reemplazado por Harris.
La repercusión de la salida de Biden se reflejó rápidamente en el sentimiento social medido a través de estas publicaciones. Antes de dicho evento, los videos que mencionaban al republicano Donald Trump mostraban una tendencia hacia el optimismo, registrando un porcentaje de sentimientos positivos más alto y negativos más bajos en comparación con los que mencionaban a Biden.
El cambio más notorio ocurrió tras la desaparición de Biden de la contienda, momento en el que las menciones a Kamala Harris en TikTok vieron un aumento del 46.8% en sentimiento positivo y una drástica caída del 52.0% en el sentimiento negativo. Simultáneamente, los videos vinculados a Harris registraron un incremento sustancial en la participación de usuarios: las probabilidades de que estos fueran compartidos se elevaron en un 53.3% y las de recibir “likes” aumentaron un 77.4%.
Curiosamente, a pesar de los cambios en los sentimientos, el índice de comentarios no mostró diferencias significativas, lo que sugiere que otros factores podrían estar influenciando este aspecto del compromiso digital.
Inclusive bajo el contexto emocional favorable obtenido tras la retirada de Biden, el efecto de los sentimientos sobre el compromiso mostró ciertos matices: mientras que una mayor positividad se asoció con más comentarios, la negatividad impulsó las probabilidades de que los videos fueran compartidos. Este fenómeno, acaso paradójico, puede arrojar luz sobre las estrategias de comunicación política en redes sociales.
Concluyendo, este análisis ilustra cómo las emociones y los compromisos cambian notablemente con los ajustes en el juego político, subrayando el poder de los sentimientos positivos en amplificar la visibilidad de los candidatos a través de “likes”, especialmente tras transiciones tan críticas como la retirada de un candidato clave. Comprender estos patrones podría brindar a los estrategas políticos y comunicadores una ventaja valiosa en futuras campañas.