El conflicto en Gaza y el Líbano ha alcanzado un punto crítico con un saldo trágico de víctimas en ambos lados. La intensificación de los bombardeos israelíes en el norte de Gaza ha dejado alrededor de 30 personas muertas, según informan las autoridades locales. En un solo operativo en el campamento Jabalia, 12 personas perdieron la vida, y un ataque previo sobre varias escuelas y un campamento de refugiados dejó otros 18 fallecidos y más de cien heridos. Las imágenes desde el lugar del suceso revelan una alarmante cantidad de niños entre las víctimas.
No obstante, las Fuerzas de Defensa de Israel afirman haber matado a varios combatientes de Hamas, aunque sin presentar evidencia concreta para respaldar esta afirmación. La situación humanitaria en Gaza es crítica; el Programa Mundial de Alimentos advierte que nadie ha podido ingresar alimentos a la región desde que inició octubre, y cerca de un millón de personas enfrentan el riesgo de padecer hambre.
Simultáneamente, el conflicto se expande hacia el Líbano, donde los militantes de Hezbolá han lanzado misiles hacia instalaciones militares israelíes en el sur de Israel. Dos drones provenientes del Líbano cruzaron la frontera, uno de ellos impactando un edificio en las afueras de Tel Aviv, aunque no se registraron víctimas.
El actuar de Israel ha suscitado una creciente condena internacional; tanto Francia como Italia han convocado a los embajadores israelíes en respuesta a un ataque deliberado contra pacificadores de la ONU que dejó cuatro heridos. Este hecho ha sido declarado por París como una violación seria del derecho internacional. Así mismo, países como Nicaragua, Turquía y Sudáfrica han decidido romper relaciones diplomáticas con Israel, uniéndose a la protesta global.
Este aumento de agresiones sigue a los ataques ocurridos el 7 de octubre por parte de Hamas, que resultaron en la muerte de más de 1200 israelíes. Con un número masivo de desplazados en ambas regiones afectadas, la situación demanda una atención urgente de la comunidad internacional para evitar una tragedia aún mayor.