En un reciente estudio sobre incivilidad en línea, se analizaron cinco millones de publicaciones durante las elecciones generales brasileñas de 2022. A pesar de que la incivilidad a menudo se asocia con comportamientos que infringen normas colectivas, esta investigación ahonda en las dinámicas que generan tales conductas en entornos políticos, especialmente en redes sociales como Twitter.

El estudio reunió datos de 2307 influenciadores importantes en la esfera política brasileña, incluyendo políticos, medios de comunicación y usuarios individuales. A lo largo del proceso electoral, se destacó que la descortesía fue más frecuente durante las campañas, mientras que otras formas de incivilidad, como retórica violenta y amenazas a instituciones democráticas, aumentaron en respuesta a eventos específicos de violencia.

De manera fascinante, el trabajo identifica a los influenciadores de tendencia izquierdista como los principales generadores de estos contenidos inciviles. A menudo, estos individuos no solo difunden incivilidades directas, sino que también comparten incivilidades indirectas al discutir o contrarrestar la incivilidad expresada por otros, lo que, a su vez, permite que esas discusiones alcancen audiencias más amplias. Esta mezcla crea un patrón de difusión que va más allá del flujo directo de información para incluir un flujo en dos pasos, revelando nuevas dinámicas de comunicación política en línea.

Interesantemente, estas conductas no solo polarizan aún más a los grupos políticos, sino que también participan en un bucle de retroalimentación que intensifica las tensiones. Sin embargo, en ciertos contextos, la incivilidad puede atraer atención pública y fomentar la participación política.

A diferencia de lo que se podría esperar, el estudio resalta que no siempre los grupos de ultraderecha son los principales propagadores de conductas inciviles. Esta nueva comprensión sobre la difusión de la incivilidad online proporciona una base para el estudio de las crecientes divisiones políticas.

Con futuras investigaciones, este marco conceptual podría extenderse a otros contextos políticos para explorar quiénes son los principales diseminadores y cómo estas tensiones afectan a las democracias en otros lugares. Estas reflexiones subrayan la necesidad de mecanismos que mitiguen las repercusiones negativas de la incivilidad en el tejido democrático.