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lunes 14 de de 2024

La Retórica Eugenista de Trump Reaviva Viejos Fantasmas Racistas

La retórica antiinmigrante en los Estados Unidos, liderada por el ex presidente y candidato presidencial republicano Donald Trump, destila un lenguaje y argumentos asociados al eugenismo, una ciencia desacreditada. En una reciente aparición en el programa de radio Hugh Hewitt, Trump afirmó que los asesinos tienen “genes malos” y que existe una amplia presencia de estos genes nocivos en el país. Esta declaración evoca la ideología eugenista, que en el siglo XX propagó la idea engañosa de que males sociales como la criminalidad o la pobreza eran hereditarios.

Históricamente, dicho enfoque pseudocientífico llevó a prácticas como la esterilización forzada de mujeres pobres y fue utilizado como justificación en políticas racistas, incluyendo las leyes de inmigración de los años 20, que limitaron la entrada de inmigrantes judíos en pleno auge de la Segunda Guerra Mundial. Pese a ser desacreditado, el legado eugenista pervive en la cultura popular y política actual. El lenguaje utilizado en la retórica política, como las acusaciones de “envenenamiento de la sangre” y “reemplazo” de votantes blancos, refuerza nociones racistas de segregación y superioridad genética.

El eugenismo, común en la ciencia del siglo pasado, también amparó la segregación racial legalmente impuesta en EE.UU. hasta la década de 1960. Hoy, el resurgimiento de estos discursos es preocupante y parte del movimiento “Make America Great Again”, que se arraiga en un nostálgico y dañino racismo.

El rechazo a estos discursos ha recibido apoyo de figuras como Beth Shapiro, presidente de la American Genetic Association, quien condenó estas afirmaciones en redes sociales, reafirmando que la sociedad debe rechazar estas ideologías retrógradas. Asimismo, estudiosos y académicos como el historiador legal Paul Lombardo han documentado la influencia permanente del eugenismo en la legislación histórica del país.

Aunque la ciencia actual ha desmentido estas teorías, su resurgir disfrazado en las discusiones políticas resalta la necesidad de una sociedad consciente de su pasado, evitando el uso de pseudociencia en discursos políticos. Para progresar, es esencial que este tipo de retórica sea identificada y condenada. No como una simple reliquia histórica, sino como una amenaza presente contra la igualdad y la justicia.