Emmanuel Macron, presidente de Francia, enfrenta críticas debido a su postura cambiante en el conflicto entre Israel y Palestina. Su enfoque ha sido calificado como inconsistente, lo que pone en entredicho su capacidad como mediador en la región. El presidente inicialmente expresó un apoyo incondicional a Israel tras los ataques del 7 de octubre de 2023, llegando a sugerir la formación de una coalición militar contra Hamas, propuesta rechazada por la comunidad internacional.
Con la escalada del conflicto y el aumento de las bajas civiles en Gaza, Macron comenzó a cuestionar las acciones israelíes, particularmente en lo referente a ataques contra la ONU y el suministro de armas a Israel, lo que ha provocado fricciones con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Esta situación revela las tensiones dentro del propio gobierno francés, donde figuras clave presentan visiones opuestas sobre el conflicto.
Francia acoge la mayor población musulmana y judía de Europa, haciendo del tema una cuestión políticamente delicada. Dentro del Ministerio de Asuntos Exteriores, la división es evidente entre quienes apoyan abiertamente a Israel y aquellos que defienden la causa palestina, exacerbada por la historia reciente del país, donde administraciones anteriores ya planteaban disyuntivas similares.
Si bien Macron intentó moderar su discurso y reafirmar el apoyo a la seguridad de Israel, el debate sobre su posición refleja un problema más amplio sobre la postura de Francia en el Medio Oriente. El reciente conflicto en Gaza y el ataque israelí en Líbano, una antigua colonia francesa, han complicado los esfuerzos de mediación franceses.
La capacidad del presidente para adaptarse a las diversas presiones internas y externas, sin aparentar una falta de dirección clara, es clave. Los observadores sugieren que su enfoque fluctuante es un reflejo de las complejas dinámicas políticas que enfrenta su gobierno. En resumen, la política de Macron sobre el Medio Oriente permanece en una encrucijada, instando a una revisión más sólida que evite cambiar de rumbo según la influencia del interlocutor del momento.