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miércoles 16 de de 2024

Reino Unido decide no proscribir a la Guardia Revolucionaria de Irán

El gobierno del Reino Unido ha optado por no designar al Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC) de Irán como organización terrorista, a pesar de las peticiones de algunos sectores. La ministra del Interior, Yvette Cooper, ha decidido no avanzar con esta proscripción para evitar una crisis diplomática con Teherán, lo cual podría resultar en una expulsión mutua de diplomáticos de ambas naciones.

El IRGC, una fuerza militar clave en Irán, ya está sancionada por el gobierno británico, y se le acusa de gestionar grupos proxy iraníes como Hamas y Hezbollah, terroristas a ojos del gobierno británico. Estos grupos operan principalmente en Gaza y el Líbano, intensificando los conflictos en el Medio Oriente.

Aunque algunos miembros del Partido Laborista presionaron por sanciones más estrictas, el gobierno decidió adoptar un enfoque más tradicional, implementando congelaciones de activos y prohibiciones de viaje a dos altos cargos del IRGC. La iniciativa de no calificar al IRGC como terrorista se ve como una medida para mantener las vías diplomáticas con Irán, especialmente en medio de conflictos crecientes en la región.

Algunos expertos, como Sanam Vakil del think tank Chatham House, advierten sobre las consecuencias imprevistas de una acción política apresurada, señalando que dicha proscripción podría fortalecer internamente al IRGC en Irán.

Documentos recientemente publicados señalan que Irán estaba al tanto de los planes de Hamas para un ataque en octubre de 2023 contra Israel, lo que resultó en numerosas bajas. A pesar de estos informes, Irán niega haber apoyado el ataque.

Sin embargo, el enfoque del Reino Unido de conversar con Irán busca evitar una escalada en las tensiones, manteniendo la diplomacia como una herramienta esencial para manejar las preocupaciones internacionales sobre el apoyo estatal iraní al terrorismo.

Así, a pesar de las presiones para ejecutar sanciones más severas, el Reino Unido considera que la diplomacia y las sanciones ya existentes son suficientes para manejar la complejidad de su relación con Irán.