La plataforma de redes sociales descentralizada, Bluesky, se convirtió en un fenómeno tras su apertura al público el 6 de febrero de 2024, experimentando un crecimiento exponencial en su base de usuarios. Inicialmente diseñada como una alternativa a Twitter, esta plataforma fundada por Jack Dorsey se basa en la tecnología descentralizada para ofrecer a los usuarios un mayor control sobre sus datos y actividades en línea. En el momento de su apertura, se registraron un millón de nuevos usuarios en tan solo un día, marcando un crecimiento notable desde su fase cerrada y de acceso por invitación únicamente.
A lo largo de los dos meses que siguieron a su lanzamiento público, la actividad en Bluesky no solo aumentó en volumen, sino que también mostró características únicas en comparación a otras plataformas. Se identificó que la distribución de la actividad fue comparable a la de redes sociales más consolidadas, pero con una mayor tendencia de los usuarios a crear contenido original en lugar de compartir publicaciones existentes. Además, destacadamente, se observaron niveles de toxicidad inferiores, lo cual ha sido un aspecto positivo de su evolución.
Los intereses políticos también jugaron un papel importante en la dinámica de Bluesky. Los usuarios demostraron una fuerte inclinación hacia tendencias políticas de izquierda, basándose en las fuentes de noticias que compartieron, las cuales en su mayoría tenían altos niveles de credibilidad. No obstante, con la expansión rápida también llegaron usuarios que buscaron explotar la plataforma para difundir información de baja credibilidad, aunque estos representan un pequeño porcentaje.
Un fenómeno interesante observado fue el aumento sustancial de usuarios japoneses, haciendo que el japonés se convirtiera en uno de los idiomas más prominentes en la plataforma, superando incluso al inglés, que había sido mayoritario antes de la apertura.
La apertura masiva de la plataforma también requirió robustecer las medidas de moderación. Aunque muchas cuentas maliciosas fueron suspendidas, representando el 0.5% de los usuarios totales, las acciones como el bloqueo de otros usuarios se mantuvieron altas incluso después del aumento inicial tras la apertura.
En términos de red de seguidores, con la llegada de tantos nuevos usuarios, la red de seguidores de Bluesky triplicó su tamaño, sugiriendo un incremento en la conectividad y el potencial para la formación de nuevas comunidades.
La evolución de Bluesky abre una serie de consideraciones sobre el futuro de las plataformas de redes sociales descentralizadas, las cuales parecen ofrecer nuevas formas de interacción y dinamismo social. A pesar del potencial para el uso malintencionado, la capacidad para generar contenido original y mantener bajos niveles de toxicidad ofrece una forma diferente de participación respecto a los tradicionales espacios centralizados.
En conclusión, Bluesky ha demostrado ser no sólo una alternativa viable para los usuarios que buscan mayor autonomía, sino también un espacio que promueve una cultura de contenido original con integridad de información, desafiando la norma en el mercado actual de redes sociales.