Un estudio reciente ha puesto de manifiesto los distintos desafíos y oportunidades que presenta la gestión algorítmica (AM) en el ámbito de la programación laboral. Esta investigación, realizada por varias universidades, ha explorado la forma en que el software de programación influye tanto en el cumplimiento de las leyes laborales como en el bienestar de los trabajadores. En el contexto de leyes que regulan la programación laboral, conocidas como “Fair Workweek” en varias ciudades de Estados Unidos, el estudio entrevistó a 38 personas, incluidas abogacía corporativa, defensores de los trabajadores, reguladores y gestores de programación.
Los entrevistados destacaron que el software de programación automatizada, aunque prometedor en eficiencia, enfrenta ambigüedades legales y desafíos de implementación. Estas ambigüedades derivan, entre otras, de disposiciones poco claras en las leyes mismas, lo que hará que ni siquiera la codificación más precisa pueda garantizar el cumplimiento legal deseado. Además, la falta de guías regulatorias claras se ha identificado como un factor que complica la implementación de características de software legalmente compatibles.
El software de programación ofrece funciones que pueden garantizar el cumplimiento legal, como alertas de cumplimiento y personalización por jurisdicción, pero estas a menudo no alcanzan el estándar esperado debido a variadas interpretaciones de las regulaciones. La colaboración limitada entre reguladores, abogados y desarrolladores de software también entorpece la alineación de las prácticas tecnológicas con las necesidades legales.
Los investigadores concluyen que, para mejorar el cumplimiento, deben desarrollarse “objetos frontera”—instrumentos que fomenten el entendimiento mutuo entre las múltiples partes implicadas. Igualmente, destacaron la importancia de diseñar interfaces de software que sean transparentes y permitan capturar las interacciones del usuario para fines de auditoría.
En conclusión, a medida que la gestión algorítmica sigue ganando terreno en el ámbito laboral, realizar esfuerzos conjuntos entre desarrolladores, legisladores y usuarios del software será necesario para armonizar la innovación tecnológica con la protección de los derechos laborales, favoreciendo así un ecosistema legal y ético sólidamente estructurado.