En un mundo cada vez más dominado por la inteligencia artificial (IA), los modelos de lenguaje de gran envergadura (LLMs, por sus siglas en inglés) se han vuelto herramientas indispensables para la automatización de tareas cotidianas. Sin embargo, a pesar de sus impresionantes habilidades para emular el lenguaje humano, algo parece estar fallando en su habilidad para comprender completamente el humor en entornos laborales.
Investigadores de las universidades de Milán y Politécnico de Milán han emprendido un estudio fascinante para desarrollar un conjunto de datos sobre frases humorísticas profesionales, buscando determinar cuán apropiadas son estas bromas dentro de contextos específicos. Este esfuerzo responde a un notorio vacío en la evaluación de cómo los LLMs juzgan la idoneidad del humor, especialmente en entornos industriales.
Figuras prominentes, como Etxaniz y colaboradores, han señalado que aunque el humor es una forma universal de expresar emociones y construir vínculos, su percepción está fuertemente influenciada por el contexto cultural y social. Esto se traduce en que las bromas que pueden ser encantadoras para algunos, podrían ser consideradas ofensivas en otros escenarios.
El estudio presentado revela que los LLMs a menudo luchan por identificar cuándo es apropiado hacer uso del humor, dado que carecen del contexto necesario para discernir el tono y la relación entre el emisor y el receptor. Esto se evidencia en los ejemplos que ilustran el fallo de los LLMs al clasificar adecuadamente el humor apropiado para la industria específica.
Se ha introducido un primer conjunto de datos que contiene 304 declaraciones humorísticas anotadas y categorizadas según su nivel de idoneidad en entornos industriales. El análisis ha revelado que categorías como “neutral” y “ofensivo” presentan desafíos significativos en su clasificación, lo que sugiere que los confines de estas categorías son más flexibles y difíciles de delimitar por los LLMs. Sin embargo, el humor “wholesome” (saludable) fue más fácilmente identificable gracias a sus características distintivas de positividad y ausencia de ataque personal.
Este trabajo evidencia la necesidad de recursos que ayuden a los LLMs a aprender mejor cómo aplicar el humor en contextos adecuados, para evitar malentendidos y consolidar las relaciones en el ámbito laboral. Al fin y al cabo, el humor bien aplicado no solo descomprime momentos de tensión, sino que también puede ser una herramienta poderosa para fomentar la innovación y la cohesión de equipo.
En resumen, aunque los avatares automáticos de la IA han avanzado significativamente, la comprensión del humor profesional sigue siendo un terreno por explorar a fondo. Este conjunto de datos pionero no solo contribuye a llenar este vacío, sino que sienta las bases para futuros desarrollos que podrían, eventualmente, dar vida a asistentes digitales con un toque de humanidad y buen humor. Finalmente, el estudio realiza un llamado a no subestimar el poder de una buena broma en el lugar de trabajo, cuando está bien contextualizada, puede ser más efectiva que muchos tratados de management.