Una ola de ciberataques ha sacudido a propietarios de aspiradoras robot en Estados Unidos. En cuestión de días, numerosos dispositivos de la marca Ecovacs Deebot X2s fueron tomados por hackers, quienes no solo controlaron las funciones básicas de los robots, sino que también aprovecharon sus altavoces para emitir insultos racistas.
Los hackers encontraron una vulnerabilidad crítica que les permitió eludir el PIN de seguridad necesario para manejar los robovacs. Esta debilidad fue descubierta inicialmente en diciembre de 2023, y aunque un parche está programado para noviembre, el daño ya está hecho. Usuarios como Daniel Swenson, un abogado de Minnesota, experimentaron aterradoras situaciones cuando una voz extraña, que sospecha era de un adolescente, comenzó a mandar improperios raciales mientras su familia estaba presente.
Hechos similares ocurrieron en otras ciudades. En Los Ángeles, un Deebot X2s detuvo su limpieza para perseguir a un perro, mientras lanzaba más insultos, y un incidente parecido se reportó en El Paso cinco días después. Aunque la falla de Bluetooth permitía el acceso hasta 300 pies de distancia, la dispersión de los eventos indica que los ataques no se originaron localmente, sino que probablemente se coordinaron remotamente.
El dispositivo permite a los hackers acceder a la cámara en vivo y las funciones de control remoto, aumentando el temor de que los robovacs puedan ser usados no solo para proferir ofensas, sino para espiar. Ante estas preocupaciones, la compañía Ecovacs ha sido rápida en desarrollar una solución, la cual esperan liberar el mes siguiente, mientras intentan calmar la alarma pública.
En conclusión, este incidente pone de relieve la creciente necesidad de seguridad cibernética en dispositivos inteligentes para el hogar. Lo que comenzó como un accesorio comodín se ha convertido en una herramienta de vulnerabilidad, recordándonos que la tecnología más avanzada aún tiene riscos que sortear.