La icónica cadena hotelera Hilton ha dado un importante paso hacia la accesibilidad. Han anunciado su asociación con la aplicación Be My Eyes, conocida por conectar a personas ciegas y de baja visión con voluntarios que pueden ayudarles a navegar espacios a través de videollamadas. Gracias a esta colaboración, los huéspedes que usen la app podrán contar con asistencia en tiempo real del personal de Hilton para llevar a cabo tareas cotidianas, como ajustar la temperatura de la habitación, preparar una taza de café o encontrar la entrada al gimnasio o restaurante, en varias de sus marcas, incluyendo Waldorf Astoria y DoubleTree.
Una de las características más destacadas de este servicio es que los usuarios de Be My Eyes simplemente tienen que ir a la sección de “hoteles” en el directorio de la app, seleccionar la marca de Hilton en la que estén alojados, y al instante serán comunicados con un equipo de la cadena. Estos equipos están especialmente entrenados para guiar a los usuarios en sus habitaciones y más allá.
Este esfuerzo conjunto se remonta a hace más de un año, cuando Hilton y Be My Eyes comenzaron a trabajar juntos para mejorar el modelo de lenguaje Be My AI, basado en GPT-4, con el fin de perfeccionar su habilidad para reconocer objetos dentro de los espacios de Hilton. Asimismo, la aplicación de Be My Eyes utiliza inteligencia artificial para interpretar textos en menús o etiquetas de productos de aseo, facilitando la comprensión de los mismos a sus usuarios.
Sin embargo, por el momento, este práctico recurso solo está disponible para aquellos que se alojen en hoteles de la cadena en Estados Unidos y Canadá. A pesar de esta limitación geográfica inicial, esta iniciativa marca un precedente inspirador en la industria hotelera sobre cómo las tecnologías de asistencia pueden transformar las experiencias de viaje para millones de personas en el mundo.
En una reflexión final, este conjunto de esfuerzos demuestra cómo puede integrarse la tecnología de IA con el servicio humano para crear un futuro más inclusivo en el turismo. Es un ejemplo tangible de como pequeños, pero cruciales cambios pueden hacer una gran diferencia en la vida diaria de muchos.