En el entorno educativo actual, el uso de los Modelos de Lenguaje de Gran Escala (LLMs por sus siglas en inglés) ha ganado popularidad para otorgar retroalimentación en la escritura de los estudiantes. Sin embargo, a menudo, dicha retroalimentación se limita a evaluaciones sobre el producto final, omitiendo el proceso cognitivo subyacente durante la redacción de un ensayo. Un estudio reciente aborda esta brecha introduciendo un sistema innovador basado en el análisis del proceso de escritura a través de captura de teclas y capturas periódicas de textos.
La investigación, ejecutada en la Universidad Nacional FAST en Lahore, involucró a veinte estudiantes que escribieron ensayos cronometrados en una plataforma diseñada para registrar la evolución del texto y las interacciones del usuario. Este sistema generó retroalimentación basada no solo en el producto final, sino también en los registros de escritura, como las pausas y revisiones realizadas en tiempo real. Las evaluaciones preliminares sugieren una preferencia marcada de los estudiantes hacia los comentarios basados en procesos, encontrándolos más acordes con su forma de pensar y revisar el texto.
El uso de un diseño de registro de teclas demostró ser efectivo al momento de conservar detalles precisos sobre cómo los estudiantes escriben y editan, salvaguardando los datos cada vez que un estudiante utiliza la tecla de retroceso, lo que proporciona una visión detallada de dicho proceso. Cada ensayo fue registrado en intervalos de tres minutos, permitiendo determinar el grado de compromiso mental y las estrategias de revisión que los estudiantes aplican en diversos momentos del proceso de escritura.
Los resultados indican que ciertas acciones, como la adición de nuevo contenido o la reorganización de párrafos, correlacionaron positivamente con puntuaciones más altas en áreas como la coherencia y la elaboración de argumentos. Un hallazgo importante fue que retroalimentaciones fundamentadas en el proceso creativo parecen generar más resonancia y utilidad para los estudiantes, mejorando su experiencia de aprendizaje y facilitando un crecimiento personal y académico más significativo.
No obstante, a pesar de los aspectos positivos, algunos participantes manifestaron que los sistemas actuales no siempre comprenden a fondo los matices emocionales o intentos creativos en sus escritos. Este reconocimiento abre la puerta a un desarrollo futuro en el que estos modelos no solo interpreten mejor el contenido, sino también la intención subyacente detrás de él, alcanzando un equilibrio entre comentarios específicos y personalizados.
En conclusión, la introducción de LLMs informados por el proceso de creación de texto presenta un avance prometedor en la educación redactora, invitando a un diseño de herramientas más integrales que no solo integren la mecánica escritural, sino también las motivaciones detrás de ella, brindando a los estudiantes ayudas menos genéricas y más enriquecedoras de cara a sus propias experiencias de aprendizaje.