La inteligencia artificial generativa ha irrumpido significativamente en el campo de las ciencias sociales computacionales, abriendo un mundo de posibilidades para la recolección y análisis de datos multimodales. Uno de los protagonistas de este cambio es el uso de software como los modelos de OpenAI, que han sido utilizados para transformar insigficantemente las dinámicas de investigación.

Este desarrollo ha eliminado muchas de las barreras técnicas, históricamente enfrentadas por los académicos, facilitando tareas complejas como la generación, anotación y depuración del código. Gracias a estas innovaciones, los investigadores ahora pueden llevar a cabo análisis de datos más sofisticados mediante el uso de la ingeniería de prompts.

Antes de la era de la inteligencia artificial generativa, los investigadores en el ámbito CSS requerían habilidades de programación avanzadas para escribir scripts personalizados y ajustar modelos de lenguaje y visión para tareas sucesivas como el análisis de sentimientos o la clasificación de imágenes. Sin embargo, ahora, herramientas como los modelos de la serie GPT de OpenAI, junto con las de Meta, permiten convertir entradas variadas en salidas textuales coherentes y comprensibles.