Un reciente estudio titulado “Cloning: Comprehensive Survey” elaborado por los expertos Hussam Auni y Abdtaleb El Saddi, ha examinado los avances significativos en el campo de la clonación de voz. La tecnología de clonación de voz permite replicar las características vocales de una persona, y se ha estado desarrollando rápidamente en contextos digitales, ofreciendo nuevas oportunidades en aplicaciones como asistencias virtuales personalizadas y doblaje multilingüe.
El estudio revisó en detalle más de 200 algoritmos disponibles de clonación de voz, evaluando su desempeño y diferentes métricas utilizadas en la investigación sobre clonación de voz. Una conclusión es la necesidad de establecer una terminología estandarizada, lo cual es crucial para avanzar en el campo de forma coherente.
Se destaca que el desarrollo de técnicas como la adaptación de hablante y la síntesis neuronal del habla han alcanzado niveles impresionantes, llegando incluso a los imitadores de voz o “deepfakes” que combinan manipulación de audio y visual. Estos desarrollos podrían revolucionar diferentes industrias, aunque también plantean preocupaciones sobre la autenticidad y el plagio.
La internacionalización del proceso de clonación de voz ha sido otro punto focal del estudio. Simone Azzuni y su equipo han explorado la clonación de voz multilingüe para trasladar voces conocidas a idiomas desconocidos mediante técnicas avanzadas de traducción y tecnología TTS (text-to-speech) multilingüe, abriendo las puertas a una verdadera revolución en la comunicación.
Aunque estas tecnologías presentan innovaciones emocionantes, también existen retos relacionados con la ética de su uso, especialmente por la posibilidad de generar “deepfakes” que podrían resultar perjudiciales si no se regulan adecuadamente. Para mitigar estas preocupaciones, se propone la investigación en algoritmos de detección de “deepfakes” junto con desarrollos en estandarización de términos y mejores prácticas en identificación de orígines de voz falsificados.
En resumen, la clonación de voz está empujando los límites de lo digital hacia nuevos horizontes, prometiendo transformaciones significativas, siempre y cuando se enfrenten los retos éticos con rigurosidad suficiente para evitar los malusos potenciales. Claramente, esta tecnología muestra un futuro brillante y desafiante.