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jueves 19 de de 2024

Lionsgate y Runway: La Inteligencia Artificial Llega a Hollywood

En el ámbito de la industria cinematográfica, Lionsgate ha lanzado una señal al futuro al cerrar un acuerdo notable con la startup de inteligencia artificial Runway. Esta empresa tendrá acceso completo a la biblioteca de contenidos de Lionsgate, un paso que la mayoría de los estudios aún no ha dado. En esta colaboración, Runway desarrollará un modelo de inteligencia artificial personalizado que será aprovechado por Lionsgate en sus procesos de producción y edición, marcando un hito al ser la primera gran alianza del estilo en el sector del cine y la televisión.

Los paralelismos con acuerdos similares establecidos entre editoriales como TIME y Dotdash Meredith son evidentes, aunque este movimiento se distingue al involucrar material de entretenimiento visual. Michael Burns, vicepresidente de Lionsgate Studio, expresó temores recientes sobre el potencial atraso competitivo sin un paso audaz como este. Desde su perspectiva, Runway representa un socio visionario de excelencia, prometiendo transformar la creación de contenidos para Lionsgate de manera eficiente y avanzada, y lo más resaltante, ofreciendo la posibilidad de ahorrar millones de dólares, un beneficio que no pasa desapercibido.

Sin embargo, las aguas no son del todo tranquilas. Runway, como muchos en el mundo de la inteligencia artificial, ha enfrentado serias acusaciones de apropiación indebida de contenido. Un antiguo empleado reveló presuntas hojas de cálculo internas que indicaban que Runway había empleado videos de YouTube, incluyendo contenido de gigantes como Disney y Netflix, para entrenar su modelo Gen-3. Más allá de simples alegatos, este turbio asunto ha revivido con fuerza ya que un grupo de artistas, respaldado por un fallo favorable del juez William Orrick en California, sostiene que Runway y otros participantes como Stability AI han violado los derechos de autor de manera flagrante.

Mientras algunos cineastas en Lionsgate ya anticipan con entusiasmo las aplicaciones potenciales de esta tecnología en sus proyectos, queda por ver si este avance beneficiará realmente a los creativos de la industria o si, en cambio, el ahorro prometido resultará ser un sacrificio en sus compensaciones. La pregunta sobre el impacto real del acuerdo en los creativos queda pendiente, alimentando el debate sobre el balance entre innovación y protección de derechos dentro de la industria cinematográfica.