La realidad y el mundo virtual siempre han estado separados por un abismo, pero los avances tecnológicos recientes sugieren que esa separación comienza a desvanecerse. Con la introducción de entornos de metaverso de múltiples plataformas, los usuarios ahora pueden combinar sus actividades físicas con las virtuales de manera inédita. Esta tendencia, llamada ’estilos de vida de realidad cruzada’, explora cómo las personas integran de manera activa sus acciones en ambos mundos que anteriormente se consideraban excluyentes.
En lugar de estar aislado del mundo físico al sumergirse en la realidad virtual, el nuevo enfoque permite experimentar ambas realidades simultáneamente a través de dispositivos móviles. Los investigadores identifican tres patrones clave de integración: amplificación, donde una experiencia real enriquece la virtual y viceversa; lo complementario, donde ambas realidades ofrecen alternativas igualmente valiosas; y la emergencia, donde el compromiso simultáneo da lugar a experiencias totalmente nuevas.
El actual desarrollo de plataformas comerciales plantea un marco técnico que considera el diseño de contenido, la infraestructura de la plataforma y las interfaces de dispositivos, encaminados a la creación de aplicaciones de realidad cruzada que difuminan las fronteras entre las experiencias físicas y virtuales. En este contexto, la tecnología de “gemelos digitales” está posicionado los espacios virtuales como herramientas para simular y optimizar entornos reales, superando las limitaciones de los mundos virtuales primitivos que carecían de conexiones físicas.
La creciente popularidad de estas experiencias cruza-reales se ha visto impulsada por plataformas que permiten el acceso a través de dispositivos móviles. Por ejemplo, Roblox y VRChat ahora ofrecen opciones de acceso a través de HMD-v, y los usuarios ya disfrutan de eventos musicales virtuales mientras desarrollan tareas en el mundo real.
Aunque estos canales permiten la co-existencia de actividades en espacios físicos y virtuales, la demanda de interacciones más ricas y significativas sigue sin estar plenamente satisfecha, particularmente en los patrones emergentes de compromiso simultáneo que no han sido suficientemente estudiados. Sin embargo, la naciente integración de aplicaciones como telepresencia y herramientas de teleconferencia sugieren un futuro donde la colaboración digital presente puede rebasar las barreras del tiempo y el espacio físicamente vividas.
Las implicaciones son vastas. La investigación solo está comenzando a arañar la superficie de cómo estas interacciones cruzan-reales pueden alterar nuestras prácticas diarias en áreas desde la educación hasta las interacciones sociales, quizás preparando el terreno para una fusión aún más profunda de nuestras vidas digitales y físicas. Con el tiempo, podríamos llegar a un punto donde lo virtual se convierta no solo en una extensión, sino en un complemento intrínseco, una verdadera sumatoria de lo tangible y lo intangible en una nueva realidad aumentada.