La inclusión de información sobre discapacidades en los procesos de selección basados en modelos de lenguaje seguramente está generando actuales debates sobre la equidad y los prejuicios en la contratación. Investigadores de la Universidad de South Florida han analizado cómo la divulgación de una discapacidad por parte de un candidato puede influir en su selección por parte de modelos de lenguaje a gran escala (LLMs).

La investigación aborda que, dentro del contexto de la selección de personal, a menudo se recopilan datos demográficos, que incluyen estatus de discapacidad. Aunque esta práctica se justifica bajo políticas de diversidad e inclusión, el estudio muestra que los LLMs tienden a preferir candidatos que no divulgan tener una discapacidad o que explícitamente afirman no tenerla, desestimando el valor de aquellos que optan por mencionar su discapacidad.

Los LLMs, como el GPT4o-mini, Mistral-7B y Qwen2.5-7B, son cada vez más empleados en evaluaciones de curriculum, pero su uso podría estar replicando prejuicios inconscientes presentes en la sociedad. Datos del estudio muestran que, incluso con candidatos de igual experiencia, educación y habilidades, los modelos discriminaban en favor de aquellos sin declaraciones de discapacidad.

Experimentos realizados con 16 tipos de ocupaciones, novelas por su baja diferencia de empleo entre personas con y sin discapacidades, revelan que esta tendencia de sesgo es generalizada a través de diferentes rubros, entre ellos desarrolladores de software, administradores, y asistentes legales.

Se destacó que al variar otros factores demográficos como el género o la raza mientras se mantiene la divulgación de discapacidad constante, los sesgos se entrelazan, agregando complejidad al desafío de lograr un sistema de selección justo.

En síntesis, este estudio exhorta a la revisión y rediseño de sistemas de selección basados en LLMs para mitigar prejuicios sutiles pero insidiosos, proponiendo que la equidad inclusiva debe abrazar soluciones tecnológicas innovadoras y responsables. La neutralidad hacia las discapacidades es clave para garantizar una verdadera igualdad de oportunidades, liberando a los procesos de selección de sesgos milenarios que frecuentemente perjudican a individuos debido a su condición de discapacidad.